Escapando de mis sentimientos (libre)

por **Marina Stoica** Miér Sep 01, 2010 11:22 pm

Ultimamente pasaba más tiempo cerca de La Push, ahi vivían mis mejores amigas y Jacob. Aparte que estaba el mar, mi mejor vía de escape para olvidar un poco todos mis problemas. Estaba sentada en la arena cerca del agua sin importarme que la ropa se mojara, ya me compraría más ropa o usaría algo de la que Alice había alcanzado a comprarme antes de que todo cambiara. Concentré mi vista y mi atención en el horizonte, respirando profundamente el olor del agua salada y disfrutando de la ligera brisa que hacía. Por raro que pareciera tenía ganas de hablar con alguien mas que no fueran Leah y Emma, pues con ellas casi siempre platicabamos de lo mismo: Jacob. Solté un leve suspiro para después sonreir, según yo había venido a relajarme y estaba pensando en mis problemas. Me levanté de la arena y comencé a caminar hacia el mar dejando que mis pies y la parte baja de mis jeans se mojaran.

por **Demetri Vulturi** Vie Sep 03, 2010 11:21 pm

Forks. Una vez más Forks. A pesar de los años pasados, seguía sin entender muy bien a qué se debía ese magnetismo que tenía ese pequeño pueblo con los de nuestra condición. Era como si el lugar fuera un campo electromagnético que nos atrajera como imanes a él. Sabía que era un lugar importante dado los planes que Aro tenía en un futuro cercano, sin olvidar que aquí se encontraba uno de los clanes que siempre debía de mantener vigilados: Los Cullen. Sobre todo con la híbrida de los Stoica. Los Volturi habíamos aprendido a no subestimarlos y a considerarlos como unos posibles enemigos, aunque Aro quisiera mantener la paz con Carlisle.

Una vez más, lo que me traía a Forks era mero trabajo. Comenzaba a aburrirme mortalmente (sin ser literal, por supuesto) y ya había llevado a mi límite ese intento de acoso a Natalie. Por que no podía ser otra cosa más que un patético acoso. Bien, de todas formas; Era el rastreador y era una de mis muchas tareas dentro de la guardia. Ver qué hacían los Cullen y los rumanos aquí.

Era un día típico del lugar, por lo que sabía. El cielo se encontraba nublado, opacando cualquier rayo de sol que pudiera filtrarse. Así, al menos, no tendría que preocuparme por que pudiera verme algún humano cuando el sol tocara mi piel. Siempre que iba a tener que lidiar con humanos intentaba no cazar demasiado, contrario a lo que hacían muchos de mis hermanos. Eso provocaba que mis ojos se oscurecieran, dándoles un color borgoña oscuro que bien podía pasar como un castaño oscuro. Odiaba usar lentillas y, de esta forma, podía pasar desapercibido, además de que mi autocontrol era bastante bueno...

Llevaba una vestimenta casual y anodina. Nada fuera de lo ordinario, sólo un par de jeans, una camisa negra de vestir y, sobre ésta, una chamarra negra, como si en verdad necesitara protegerme del ligero aire frío que soplaba en todas direcciones, alborotando ligeramente mi cabello. El bosque parecía encontrarse en silencio. Caminé unos cuantos metros más hasta que el aire cómplice trajo a mí un efluvio que embotó mis sentidos. Me detuve en seco e inhalé profundamente el aire, permitiendo que el aroma jugara en mi garganta. Ese aroma sólo podría ser de un híbrido. Hice funcionar mi don y cuál fue mi sorpresa, al descubrir que era precisamente Marina Stoica.

La vi a lo lejos, a sabiendas de que a esta distancia no podría verme todavía. Era una chica rubia y delgada, con un cuerpo bien delineado a pesar de las capas de ropa que la cubrían. Su cabello caía en cascada sobre su espalda como una lluvia del más refinado oro.

Me acerqué haciendo ruido a propósito. No quería asustarla... Al menos no ahora. Pise un par de ramas y varias hojas secas hasta llegar a un par de metros de ella. -No deberías estar sola por aquí, últimamente hay muchos peligros, Stoica- dije con ese tono de voz que me caracterizaba, controlado y grave, sin perder la educación y la amabilidad. Por supuesto que había peligro aquí para ella... Yo. Pero podríamos jugar un rato. Me ayudaría a distraerme.

por **Marina Stoica** Sáb Sep 04, 2010 8:22 pm

Por fin habia logrado calmarme un poco, esto de tener un remolino de sentimientos era bastante cansado a pesar de que no lo demostraba ante los demás. Me mantuve otro rato parada ahí en medio del agua en espera a que alguien de la reserva notara mi presencia y viniera a saludarme o simplemente a acompañarme. De pronto llegó hasta mi un olor bastante conocido, muy desagradable para mi gusto pero que podría reconocer a kilómetros de distancia.

Espere pacientemente a que esa persona hiciera acto de presencia, pensé unos segundos en darme la vuelta y salir de ahí en dirección a la casa de Leah pero no, él no me daba miedo. Sonrei de lado al escuchar todo el alboroto que armaba para que notara que se acercaba a mi aunque no era necesario, con olerlo bastaba para saber de quien se trataba y como debía actuar. Aun dándole la espalda escuche sus palabras, esto provoco que riera levemente y voltee un poco la cabeza para verlo de reojo.

Peligros, aquí el único peligro para mi era justamente él pero sabia que con solo hacer el minimo ruido alguien de la reserva vendría a ayudarme, internamente desee que Jacob estuviera cerca para que corriera a este tipo.-Oh vamos Demetri, deja de lado el formalismo de hablarme por el apellido-dije regresando mi cabeza a su posición original, aun sin mirarlo de frente. Mi padre y mi tío me habían hablado mucho de todos los Vulturis, en especial de Demetri asi que me sentía en confianza como para hablarle de tú aparte que sabia que era muy probable que esto lo enfadara.

Cerre los ojos y aspire aire, este olía a salitre y a Demetri, una combinación bastante extraña pero raramente agradable.-¿Y qué es lo que hace el gran rastreador Vulturi por estos lares?-pregunté en voz alta sin abrir los ojos. Estaba jugando con fuego y si no me andaba con cuidado saldría perdiendo, claro que él terminaría hechocenizas. Nuevamente aspire aire en busca de algún otro olor familiar en especial el de mis amigas, pero no encontré nada, simplemente mi nariz estaba impregnada al olor que Demetri desprendía.

por **Demetri Vulturi** Sáb Sep 04, 2010 8:43 pm

Mantuve en mi rostro una apenas perceptible sonrisa de mera educación, escuchando atentamente cada una de las palabras que salían de los labios de la rumana. A veces, tenía que admitirlo, era una ventaja muy grande contar con una paciencia envidiable. Los años habían hecho su trabajo. Y, aún así, mi personalidad era completamente educada. Educación, siempre primero va la educación… A menos que sea necesario pelear, por supuesto.

-¿Acaso no es lo que merece la princesa de Rumania?- pregunté haciendo una inclinación exagerada, sin quitar mi vista de ella, a pesar de que aún no se daba la vuelta, sabía que, al menos de reojo, lograría apreciarla. Podría interpretarse como un gesto burlón y, la verdad, eso era lo que era. Para mí no había más realeza que los tres regentes de Volterra.

Poco a poco volví a mi posición original, manteniendo una posición erguida y despreocupada, en tanto metía las manos en los bolsillos de mi chamarra de piel. –El gran rastreador Vulturi sólo hace su trabajo,- respondí con una media sonrisa de suficiencia. ¿Para qué quitarme crédito? Yo sabía que era el mejor del mundo en mi trabajo. –Aunque me temo que eso no es algo que le importe, su alteza,- añadí con un matiz irónico en mi tono de voz, mientras mi rostro se giraba con deliberada lentitud hacia los bosques que se encontraban a los lados. No tardé ni un segundo en verificarlo por completo. Nada. Mantuve mi vista fija en el verde de los árboles por un par de segundos, antes de volver a verla con indiferencia. –Yo podría preguntar lo mismo. ¿No deberías estar rescatando algún perro?- las comisuras de mis labios se curvaron en una breve pero notoria sonrisa cargada de sarcasmo.

por **Marina Stoica** Sáb Sep 04, 2010 9:03 pm

Tuve que utilizar todo mi autocontrol para no acercármele a darle un buen puñetazo, sabía perfectamente que eso de princesa de Rumania lo decía para molestar y de paso insultar, como si pensara que me hacían falta un par de neuronas para tragarme la tontería que había dicho. Miré de reojo como hacia la reverencia y respiré aun más profundo controlando las ganas de cerrar mis manos en dos puños, simplemente esbocé una sonrisa forzada.

Escuche pacientemente lo que dijo a continuación aunque entrecerré mis ojos al escuchar el titulo de su alteza, en realidad tenía razón no era algo de mi incumbencia pero sin duda a los Cullen les interesaría saber que él estaba aquí, aunque el único que me escucharía seria Jasper como siempre. Me quede en silencio un par de minutos, sumiéndome en mis pensamientos y en las teorías que se me venían a la mente para que aun no se apareciera alguien de la manada.

Si bien analizando lentamente la situación todo estaba a mi favor, no necesitaba de nadie para defenderme de Demetri, con tan solo concentrarme usaría mi don en su contra y haría que se largara de La Push. Solté un risa cuando escuche lo último que dijo, vaya al parecer el gran rastreador pretendía hacerme enfadar como si yo fuera algo así como su juguete de entretención.-Mi querido Demetri, eso está incluido en la lista de cosas que no te incumben-dije en voz alta todavía dándole la espalda.

De hecho ahora que lo pensaba bien ni se me pegaba la gana de prestarle la mas mínima atención o de ser educada y voltearlo a ver de frente, que hiciera lo que se le viniera en gana. Esperé algún otro comentario tonto de su parte pero en pocos minutos la curiosidad me venció y voltee un poco la cabeza para mirarlo de reojo. Aun no me quedaba en claro qué demonios haría Demetri en La Push, ya sabía que estaba en Forks por los Cullen pero no entendía que lo atraía de la reserva.

Solté un leve suspiro para después voltear de nuevo mi vista hacia el horizonte, sin más que hacer caminé más hacia dentro del mar en espera de que el agua me tranquilizara de nuevo y que Demetri se aburriera de mi. Una vez que el agua cubrió completamente mi cuerpo me quité la ropa que traía puesta quedándome solamente con el bikini, si era necesario nadaría un rato hasta que el Vulturi se esfumara.

por **Demetri Vulturi** Sáb Sep 04, 2010 9:38 pm

La rubia se había mantenido en silencio por corto tiempo, no dije nada en ese tiempo. Nunca había tenido inconveniente alguno con el silencio y no comenzaría ahora. Mi innecesaria respiración se mantenía acompasada, perfectamente controlada, mientras lo único que se escuchaba eran las olas del mar, el movimiento de los árboles cercanos con el viento y el inusual latido de su corazón, rápido como el redoble de un tambor. Era curioso, hasta cierto punto. Aunque no era la primera híbrida a la que conocía.

-No me incumbe, tienes razón. Solo era una pregunta. Llámalo etiqueta,- dije con indiferencia, incluso arrastrando las palabras un poco. –No creo que a Stefan le guste saber que su preciosa hija es maleducada,- incliné ligeramente mi barbilla hacia adelante, mirándola con intensidad antes de, sin poder evitarlo, soltar un bufido de burla.

Sabía de la habilidad de la chica y, de hecho, no era algo que me preocupara. No era en vano uno de los mejores guardias de los Vulturi. Siempre había estado en la punta de cualquiera ataque, sabía como manejar cualquier situación que se me presentara. La semi humana no sería un problema en caso de que se pusiera… Difícil.

La situación con la que no contaba tener que manejar fue la que se presentó a continuación. Después de que la mirada de la chica se encontró con la mío, suspiró y volteó hacia el mar. Sin más, caminó hacia el mar y, una vez que el agua cubría su cuerpo, pude ver cómo se quitaba la ropa, sólo quedando en las mínimas prendas. Arqueé una ceja con incredulidad. Bien, eso era algo que no me esperaba, definitivamente. Su piel blanca podía notarse aún con una claridad asombrosa.

Me mantuve de pie, con las manos en mis bolsillos, mientras volvía mi mirada hacia lo que se veía de la chica. -¿Qué haces?- pregunté con un tono de voz impasible, alzando mi voz lo suficiente como para saber que ella escucharía aún a través del golpear de las olas con la arena. –Sabes que si te vas muy lejos, podrías ahogarte, ¿verdad?- pregunté al tiempo en que una sonrisa maliciosa se formaba en mis labios. La realidad era que no sabía qué más decir. Era un hombre y, por lo tanto, ese acto de la rumana había hecho cierto efecto en mí. Sin embargo, también era Demetri Vulturi y no mostraba nada de lo que pasaba por mi mente.

por **Marina Stoica** Sáb Sep 04, 2010 9:56 pm

No hice el menor caso a la insinuación de que a mi padre no le gustaría saber que era maleducada, ese era asunto muy mío y nada más, por más que intentara ser cortés conmigo a mi me daba la gana ya que por el simple hecho de ser Vulturi pasaba a formar parte de las personas con las que ni remotamente pensaría en ser educada.

Después de un tiempo en silencio pude escuchar la pregunta, como si no fuera obvio que estaba nadando y un par de segundos después dijo aquello sobre ahogarme-Se perfectamente que pasaría, ¿a caso te afecta?-dije en voz lo suficientemente alta para que me escuchara con claridad. Deseaba fervientemente que el tiempo pasara rápidamente para librarme de la presencia de Demetri, era tan raro que me hablara como si nada hasta que una idea vino a mi mente. La única explicación razonable para que un Vulturi estuviera en La Push era yo, una chica hibrida y para el colmo hija de los enemigos de su Clan. Voltee la cabeza hacia donde estaba parado Demetri y lo miré ahí como si fuera lo más normal del mundo, sin duda yo era el motivo.

Sin más nuevamente le di la espalda y comencé a nadar lejos de la orilla, si venía por mí no dejaría que nada me pasara por más que esto le disgustara además sería lindo ver al gran rastreador mojarse su preciosa presencia solo por impedir que su misión se vaya al caño. Tomé una bocanada de aire y me sumergí en el agua, era una suerte que fuera mitad vampira ya que nadaba un tanto rápido, así que podría recorrer una gran distancia hasta que el aire me hiciera falta.

El agua era lo suficientemente clara para poder ver pero no me interesaba simplemente quería relajarme y
olvidar que un Vulturi estaba en el hogar de mis amigos por mi culpa. Nade por un buen rato hasta que el oxigeno me hizo falta, cuando saque la cabeza pude apreciar que había entrado bastante en el mar tanto que apenas si alcanzaba a ver a Demetri, con lo que una enorme sonrisa se dibujó en mi rostro, nuevamente el mar había sido mi aliado.

Si bien no era una nadadora excelente, el pasar tanto tiempo cerca del mar me había ayudado para aprender unos cuantos trucos y así mantener mi vida a salvo, aunque un simple cambio en la dirección de la marea me podría meter en un grave problema.

por **Demetri Vulturi** Sáb Sep 04, 2010 10:14 pm

-No me afecta, de hecho haría mi trabajo más fácil,- dije lacónicamente, pero como un comentario para mí mismo. Era la verdad, si ella moría, todo para nuestros señores sería más fácil. Quizá hasta Stefan y Vladimir perdieran esa obsesión estúpida de querer ser los regentes ahora. Sin embargo, no podíamos matarla o eso desencadenaría una guerra. Era innegable que se acercaba una guerra, pero matar a Marina significaría adelantarla. Eso sería idiota de mi parte, por supuesto.

La observé con suma atención mientras continuaba nadando, alejándose cada vez más y más de la orilla. Una alarma pareció activarse en mi cabeza, ese sentido de paranoia que solía dominarme cada tanto. ¿Y si escapaba? Si la chica escapaba, Aro en persona me haría cenizas. La chica se sumergió y desapareció debajo del mar. Mierda… pensé, acto seguido, maldije en voz baja.

Bien, no tenía por qué preocuparme, podía rastrearla aún. Me concentré en la esencia de su mente, siguiendo cada movimiento que hacía dentro del mar. Mis puños se cerraron dentro de mis bolsillos, mientras entrecerraba ligeramente los ojos en total concentración. Y la chica se seguía alejando…

Por fin, vi aquella cabeza dorada salir de nuevo a la superficie y no pude más que sonreír con suficiencia. Sin duda necesitaba aire. Era medio humana y necesitaba respirar, algo que era innecesario para nosotros, una de las razones por las que éramos tan buenos nadadores.

-Sabes que en esa dirección hay muchas corrientes marinas, ¿verdad, niña?- dije casi gritando en su dirección, para que pudiera escucharlo, aún sin perder la calma. Maldita sea, ya estaba muy lejos, aunque no era una distancia que no pudiera recorrer en unos cuantos segundos. Haría hasta lo imposible por evitar entrar. Sin embargo, no dejaba de pensar en que si se iba, habría fallado en una misión por primera vez en mi existencia.

por **Marina Stoica** Sáb Sep 04, 2010 10:38 pm

Coloqué mi cuerpo de tal forma que quedara flotando sobre el agua, así solo escuchaba el ruido que hacia el oleaje a mí alrededor y si Demetri hablaba apenas lo escucharía, era toda una maravilla poder dejar de oír su fastidiosa voz. Dejé que mi mente vagara por un rato, estaban sucediendo tantas cosas a mi alrededor que en parte no podía evitar sentirme culpable, principalmente porque un Vulturi estaba cerca de mis amigos.

Levanté la cabeza un poco al escuchar su comentario, claro que sabía que estaba muy cerca de las corrientes marinas pero hey por algo mis padres me habían llamado así, ¿no? Después de permanecer un rato flotando reacomode mi cuerpo de forma vertical pero no nadé, simplemente me mantuve pataleando y braceando para permanecer en el mismo sitio.

Aun Demetri se mantenía en la orilla de la playa muy a salvo del agua así que tras sonreír levemente tomé otra bocanada de aire y nuevamente me sumergí. Por alguna extraña razón podía ver perfectamente en donde estaban las corrientes así que me dirigí hacia allá, una sola vez había nadado hasta acá pero lo había hecho en compañía de Leah y Emma quienes se aseguraron de mantenerme lejos.

Me detuve a escasos centímetros de una corriente y saque la cabeza, no por falta de aire, si no para ver si el rastreador se mantenía tan tranquilo en la arena. Era posible que le estuviera haciendo un favor al arriesgar mi vida, pero mi padre no dudaría ni un segundo en echarle la culpa al Vulturi, en fin si era mi destino morir al menos sabía que había tenido una vida muy linda.

Nadé otro poco acercándome cada vez más a la corriente marina pero aun no lo suficientemente como para perder el control, de hecho ni siquiera planeaba acercarme más simplemente nadaría al lado de la corriente tratando de mantenerme ni muy lejos ni muy cerca. Me pregunto qué pasaría si Demetri falla en su misión, era seguro que se llevaría un buen regaño de parte de Aro pero no pasaba de eso. Respiré profundamente y tras mirar por última vez en dirección de donde estaba el Vulturi me sumergí de nuevo, no tardé en comenzar a nadar a veces estirando el brazo para rozar el agua que corría a una velocidad increíble.

Me parecía un tanto gracioso que precisamente jugara con mi vida en el mar, aquel que me había ayudado en tantos momentos en que necesite de un buen amigo que solo me escuchara, pero algo me decía que tenía una gran relación con el agua y esta jamás me haría daño por más que yo intentara lo contrario.

por **Demetri Vulturi** Sáb Sep 04, 2010 11:57 pm

Pasé una mano por mi cabello mientras comenzaba a caminar de un lado a otro, en un recorrido de unos cuantos metros, como un león acechando a su presa, aunque fuera algo muy alejado de la realidad. No la estaba cazando, sólo la estaba… Bueno, no, en realidad sí era como una cacería. Tomé una respiración profunda y volví mi mirada impasible hacia el mar.

Mi mente trabajaba a una velocidad impresionante, detectando cada uno de sus movimientos, podía inclusive notar cuando el mar movía su cuerpo un centímetro. Si los cálculos no me fallaban, estaba peligrosamente cerca de una de las corrientes que pasaban por allí. Un fallo de su parte y se vería arrastrada por el agua helada, sin escapatoria. ¿Acaso era tonta?

Volteé a mis espaldas, mirando hacia el bosque. ¿Que sus amigos perros no pensaban aparecer? Si aparecieran, podría largarme de ese lugar y dejar que ellos se encargaran de ella. Sin embargo, algo en mi interior me dijo que si le pasaba algo, el principal culpable sería yo. Sabía que me llevaría más que un regaño de parte de Aro y de Caius. Había varios castigos para los que echaban a perder las cosas. Nunca lo había experimentado en carne propia, pero lo había visto, inclusive había aplicado por mí mismo varios castigos. ¡Maldición!

Exhalé el aire profundamente, me quité la chaqueta de piel, la dejé sobre un árbol que había arrastrado la corriente y, acto seguido, me quité la camisa negra que llevaba, desabotonándola con rapidez, arrojándola sobre la chamarra. Una vez que también me hube quitado los zapatos, caminé hasta el mar, esperando a que el agua me llegara a las rodillas, mojando mi pantalón. Me lancé en un clavado hacia el mar, nadando con una rapidez sobrehumana hacia donde sabía que se encontraba la rumana.

La encontré, como ya sabía, peligrosamente cerca de una de las corrientes de mayor velocidad, precisamente. -¿Qué demonios haces?- pregunté en vano, pues el agua ahogaba mi voz, me dediqué a verla, conteniendo la respiración, sin sentir molestia con eso, no lo necesitaba. Me mantuve observándola con esa inexpresividad que me caracterizaba. Definitivamente, los rumanos cada vez estaban más locos, en especial esa niña rubia que tenía frente a mí.

por **Marina Stoica** Lun Sep 06, 2010 7:00 pm

El agua estaba deliciosamente fría a mi alrededor, a pesar de que aun no entraba a la corriente y ni lo necesitaba hacer tan solo con lo cerca que estaba podía disfrutar de la temperatura. No había señas del Vulturi así que me alegre internamente pues en cuanto pudiera salir del agua disfrutaría nuevamente de la soledad.

Extrañaba un poco a mis amigas, quienes a pesar de recordarme a cada instante a Jake pero aun así no apestaban demasiado dulce para mí y eran mil veces más amigables que ese Vulturi. Me sumí un poco en mis pensamientos tratando de averiguar alguna manera de librarme de Demetri y que mis amigos no se vieran involucrados, sobretodo porque si los Quileutes se involucraban era posible que los Cullen también lo hicieran.

De pronto sentí una presencia a mi lado y al voltear me lleve la decepción de ver a Demetri moviendo la boca como si dijera algo, aunque claro está que con el estruendo del agua no escuche nada. Estuve un rato nadando sin moverme mucho del lugar simplemente mirando a Demetri como si mi mirada fuera suficiente para que se esfumara de mi presencia.

Después de unos dos minutos me fastidie y sin más nadé otro poco lejos del Vulturi aunque no pude alejarme lo suficiente pues la falta del oxigeno se hizo presente así que me dispuse a salir a la superficie a respirar. Lo que no vi fue el cambio de la dirección del viento lo que hizo que la corriente también cambiara metiéndose en mi camino, no sé qué pasó segundos luchaba contra la velocidad de la corriente marina. Milagrosamente salí de la corriente pero estaba tan cansada que no podía nadar hacia la superficie para tomar aire, el cuerpo me pesaba como si hubiera consumido grandes cantidades de plomo.

Voltee la cabeza en busca de Demetri pero no alcance a verlo, tal vez solo había venido para asegurarse de que me muriera y no quedara ni rastro de mi. Me cansé de luchar contra el agua así que sin más deje que mi cuerpo se fuera hundiendo poco a poco, me dolía que mi vida terminara así pero lo que más me afectaba era que el único testigo sería un Vulturi que bien podría mentirle a los demás y así librarse de la culpa.

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